#crp ¿A La Defensiva o a La Reflexiva?
Vivir a la defensiva, muchas veces nos lleva a reaccionar tan agresivamente como lo hacen aquellas personas de las que supuestamente nos defendemos. Y es posible que al hacerlo nos sintamos justificados, ya sea porque el otro comenzó la discusión, porque nos ofendió, o porque estamos tan acostumbrados a que nos agredan y traten de culparnos por algo que no hemos hecho, que ya simplemente reaccionamos en automático, sin conciencia de lo que hacemos o decimos para defendernos.
¿Qué hacer? Detenernos a reflexionar sobre nuestro comportamiento defensivo, sin juzgarnos, de forma objetiva y realista, para descubrir de dónde viene y si con él podemos realmente solucionar o aclarar el conflicto que enfrentamos, ya que pudiéramos agravarlo con nuestra reacción… Mientras tengamos una disculpa para actuar como lo hacemos, no cambiaremos nuestro comportamiento, y lo más grave, no evitaremos que nos vuelva a suceder.
Todos estamos afectados en mayor o menor medida por algunas de las experiencias que tuvimos en nuestra infancia. Si crecimos en un hogar donde se buscaba un culpable de todo lo negativo que sucediera, en lugar de ofrecer soluciones a esos conflictos, para que no se repitieran y pudiéramos sacar algo positivo de esa experiencia, seguramente aprendimos a defendernos, y a decir frases como: “yo no fui”, “yo no lo vi”… o porque al asumir nuestra responsabilidad, en lugar de una frase de reconocimiento nos ganábamos una gran represalia…
Ups!!! ¿Cómo desaprendo para reaprender a la reflexiva, en vez de hacerlo a la defensiva?
Es importante que aprendamos a bajar nuestro nivel de reacción, especialmente en la relación con nuestras personas más queridas. Responder con violencia al comportamiento o la actitud diferente o equivocada de nuestra pareja, agravará el conflicto y nos impedirá tener la claridad que necesitamos para actuar de una forma más efectiva al querer solucionarlo. No significa que debes permitirle a los demás que abusen de ti o de la relación que con ellos mantienes, si no que entiendas que tienes derecho a poner límites, a expresar tus sentimientos, tus desacuerdos y necesidades, pero con serenidad y asertividad.
Proponte un día a cambiar tu actitud y comportamiento negativo de manera consciente, está atento y evita estar a la defensiva, ayúdate con la respiración para liberar las emociones que se concentran en nuestro pecho o en la boca del estómago y que son el disparador de nuestras reacciones más comunes. Decidamos que mantener la armonía en nuestra relación es mucho más importante que responder con el ego para evitar sentirnos, unos minutos después, mal por lo que dijimos o por lo que nos hicieron.
Recuerda que en una relación debe existir espacio suficiente para la expresión de nuestras diferencias individuales, y a menos que estas vayan en detrimento de nuestra dignidad o bienestar, en cuyo caso tenemos derecho a establecer límites, el amor y el respeto que sintamos los unos por los otros, harán que podamos superar el conflicto y mantener el bienestar en todo momento.
En Felicidad, Abundancia y Facilidad
Nancy Rosas
Trainer CRP.
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